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"Cada año se descubre algo nuevo del mundo de la trufa: ahora vamos lanzados"

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Mónica Sánchez es la directora de Micologia Forestal Aplicada, una empresa de biotecnología que investiga, desarrolla y comercializa tecnologías y productos para el cultivo trufas. Aparte de ejercer como directora, Mónica también lleva el control de calidad de las plantas, la producción de los inóculos y el control de trufas y los árboles que se micorrizan. Es bióloga y se especializó en Micología Aplicada.

¿Cómo entraste en el mundo de la trufa?

Cuando estudiaba, tuve especial interés en la asignatura de micología aplicada y decidí especializarme en este tema. Primeramente empecé a trabajar con el cultivo de setas pero con el paso del tiempo me especialicé con la trufa: es un cultivo mucho más rentable y ya tenemos datos científicos que nos demuestran que sacar rendimiento del cultivo de trufas es una cuestión matemática.

¿Qué tiene de especial el mundo de la trufa?

El misterio que desprende. Nosotros somos científicos pero también hacemos trabajo de campo y sabemos lo que es ir a recoger trufas porque también somos productores. Ir a buscar trufas no es como ir a buscar setas: tiene el misterio de no saber si el perro te va a marcar la trufa, si la vas a encontrar…

¿Qué hacéis en Micologia Forestal Aplicada?

Nosotros empezamos hace 25 años y básicamente ofrecemos todo lo relacionado con el cultivo de trufas y puntualmente de setas. Somos productores, suministradores e investigadores.

Producimos bioestimulantes, sustratos, productos para incrementar la producción de trufa y plantas micorrizadas (producimos unas 100.000 plantas de trufa negra al año). También tenemos un laboratorio en el que trabajamos para mejorar nuestros propios productos y además ofrecemos un servicio de consultoría a nivel nacional e internacional para quien esté interesado en obtener información en referencia al cultivo de trufa negra.  Y como te decía antes, también somos productores de trufa: tenemos 8 hectáreas en producción y ahora hemos plantado 10 hectáreas más.

¿Cuántos kilos de trufa negra al año necesitáis para producir las 100.000 plantas anuales?

Solemos utilizar unos 200kg de trufa negra cada año para conseguir plantas, sustratos o vender inóculos a otros viveristas. Normalmente analizamos 400kg de trufa negra de Laumont para elegir solo las mejores trufas del mercado. Las que no son correctas para crear nuestros productos, simplemente las devolvemos.

¿Qué colaboración tenéis con Laumont?

Trabajamos con Laumont porque queremos la trufa de mejor calidad. Ellos nos ofrecen una trufa limpia y además previamente seleccionada, ya que tienen mucha experiencia seleccionando trufa y nos eligen las piezas más maduras para nosotros… Cuando recibimos su trufa nosotros analizamos su ADN para comprobar si es óptima para la inoculación. Las que no tienen buenas condiciones se las podemos devolver a Laumont: esto nos ayuda mucho y no nos lo ofrece nadie más.

¿Crees que el sector de la trufa ya ha hecho una explosión?

Creo que el cultivo de trufas llegará un punto en que se estabilizará ya que las plantaciones se van envejeciendo y dejan de producir pasados unos años.  Es cierto que cada vez se está plantando más y mejor, pero ahora ya sabemos que la producción de la trufa está limitada por el agua. Sabemos que si en verano la planta no tiene agua, los resultados van a ser muy bajos.

¿Cómo se micorriza una planta trufera?

En primer lugar se debe elaborar un sustrato esterilizado, después se cogen las semillas de las encinas, que son las bellotas y se ponen en el sustrato para germinar. Cuando ha germinado pasadas unas semanas, la planta se pasa al sustrato definitivo y en ese momento se le añade trufa en polvo y lo mezclamos con el sustrato. Esa planta se mantiene en un vivero en condiciones muy controladas de temperatura y riego hasta pasados unos 6 meses aproximadamente. En ese momento, se comprueba planta a planta mediante un microscopio si las raíces se han micorrizado. O lo que es lo mismo: si la trufa se ha asociado a las raíces de la encina. Finalizado todo este proceso, la planta ya está preparada para ser plantada en un cultivo de trufas.

¿Cuáles son las condiciones ideales para la producción de trufas?

Las condiciones ideales son que tenga un terreno se calizo (aunque en el fondo no es un problema porque los terrenos se pueden tratar y añadir cal), que la encina micorrizada sea de alta calidad, tener buenos sustratos… y agua. Puedes estar seguro que si tienes agua vas a poder sacar trufas de una plantación. Calculamos que durante la temporada de verano se deben llegar a aplicar más de 2.000.000 de litros de agua por hectárea.

¿Y hacia dónde se dirige el sector de la truficultura?

El sector tiende hacia la profesionalización. Tradicionalmente la gente no le daba importancia al riego pero pasados los años vemos los resultados y no queda duda. Las creencias sin base científica de antes están cambiando. Ahora la gente se forma en jornadas divulgativas, ferias, cursos… Los truficultores se fijan con los “vecinos” que tienen buenos resultados y les “copian”, con el buen sentido de la palabra.

¿Qué recomienda para combatir al temido leiodes?

Simplemente hay que aprender a vivir con él y controlar la población. Es un tema muy complicado porque cada vez se produce más trufa y se riegan más las plantaciones, lo que favorece a su proliferación. Hay trampas que funcionan bien pero supone una inversión elevada para el truficultor, que no tiene claro si le sale a cuenta. También vemos que con los sustratos también se mejora, porque la turba no le gusta al escarabajo: durante una parte de su ciclo necesita rodearse con arcilla y en la turba no hay.

 

El año pasado salieron noticias informando se habían realizado plantaciones de trufa blanca (Tuber Magnatum) con éxito. ¿Es posible cultivar trufa blanca?

Yo lo veo muy complicado.  El año pasado consiguieron sacar alguna trufa blanca en un cultivo de Francia, pero la verdad es que hace 25 años que se está intentando hacer cultivos de trufa blanca y nadie lo ha logrado con continuidad. A parte que el coste de producir un árbol con trufa blanca no tiene nada que ver con uno de trufa negra: la trufa blanca italiana es carísima, y la probabilidad de que produzca es muy baja, así que es muy arriesgado. Sin embargo, nosotros vamos a hacer tratar de micorrizar árboles con trufa blanca este año, para ver si funcionan.

¿Crees que en unos años habrá muchas más respuestas en referencia a los grandes misterios de la trufa?

Sin duda. Ahora vamos lanzados. Con todo el tema del ADN se ha avanzado mucho. Cada año se descubre algo nuevo: como podar, como regar… al final uno de los secretos que está por descubrir es saber si nosotros podemos utilizar algún fertilizante que consiga engrandecer las trufas y producir más. Aún no se sabe si el tamaño de las trufas se obtiene gracias al agua o a algún nutriente: deberemos seguir investigando como hemos hecho siempre y sacar conclusiones.

Muchas gracias Mónica por esta entrevista tan interesante.

Gracias a vosotros por la entrevista.