¿Trufa negra o trufa de verano? Comparativa para aplicaciones industriales

Cuando una industria alimentaria decide incorporar trufa en su receta, surge una de las preguntas más frecuentes: ¿Qué tipo de trufa es la más adecuada para mi producto?

La respuesta no siempre es sencilla. Dependerá del perfil de sabor que se busca, del coste objetivo, del proceso térmico o incluso del posicionamiento del producto final.

En este artículo te explicamos de forma clara las diferencias entre trufa negra (Tuber melanosporum) y trufa de verano (Tuber aestivum), enfocándonos en su aplicación en procesos industriales.

¿Por qué es importante elegir bien la trufa en procesos industriales?

En productos industriales, la trufa no es solo un ingrediente: es un reclamo comercial, un diferenciador y, a menudo, un justificante de precio.

Elegir el tipo correcto de trufa influye en:

  • El sabor y aroma final del producto
  • El costo de producción
  • La estabilidad durante el proceso térmico
  • La percepción del consumidor
  • El mercado de venta final: en algunos países, como en Francia, hay leyes que especifican un % mínimo de trufa en un producto para ser considerado trufado.

Por eso es fundamental contar con un proveedor especializado que entienda tus necesidades técnicas y comerciales.

Tabla comparativa Laumont

¿En qué productos se utiliza cada una?

Trufa negra (Tuber melanosporum):

  • Cremas de queso o quesos curados premium
  • Rellenos de pasta o salsas de alta gama
  • Patés trufados gourmet
  • Embutidos artesanales de autor

Ideal cuando el objetivo es ofrecer un producto exclusivo, con un sabor auténtico y diferenciador.

Trufa de verano (Tuber aestivum):

  • Quesos trufados
  • Salsas listas para cocinar
  • Untables vegetales
  • Snacks o productos de gran distribución
  • Pastas refrigeradas o platos preparados

Perfecta para mantener un equilibrio entre coste y valor añadido. Si se desea más intensidad, puede combinarse con aroma natural.

¿Qué opción elige la industria?

La mayoría de las industrias trabajan con diferentes tipos de brisura o trufa en conserva según el producto. En Laumont ofrecemos soluciones adaptadas:

  • Brisura de trufa negra: sin aroma habitualmente, con distintos cortes y grados de humedad.
  • Brisura de trufa de verano: disponible en múltiples versiones (con aroma natural, con espesantes y formatos personalizados cómo por ejemplo con aceite aromatizado).
  • Trufa congelada: para industrias que necesitan flexibilidad sin renunciar a la calidad.

¿Por qué confiar en Laumont?

  • Más de 40 años trabajando con trufa para la industria alimentaria.
  • Capacidad de producción y adaptación a cada proceso.
  • Stock garantizado durante todo el año.
  • Asesoramiento técnico para elegir la trufa adecuada según el objetivo del producto.
  • Certificado IFS.

¿Tienes dudas sobre qué trufa se adapta mejor a tu línea de producción?

En Laumont te ayudamos a elegir el tipo de trufa que mejor encaja con tus objetivos técnicos, sensoriales y comerciales:

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